Nuestras elecciones internas y nuestra realidad material

eleccion consciente

Nuestras eleciones internas, son la suma de todas las decisiones, opiniones, focalizaciones que generamos en el día a día y que emanan de nuestra mente y de nuestro sentir, modelando y dando forma al escenario vital de cada uno de nosotros.

Somos seres manifestadores, las veinticuatro horas del día; no sólo cuando nos enfocamos de una manera activa en un deseo o proyecto que deseamos se realice en nuestra realidad material, sino también cuando, de manera inconsciente, proyectamos ideas y emociones negativas, sobre nosotros mismos, sobre los demás, o sobre eventos, situaciones, relaciones, lugares, objetos, experiencias, etc.

Nuestra salud energética y por lo tanto nuestra salud física, dependerán de esa gestión de elección interna.

Nuestras elecciones internas y las múltiples dimensiones del Ser

Al ser conscientes de ello, podemos entender que, la manera en cómo elegimos experimentar la vida, va a repercutir en la manifestación de nuestras potenciales versiones y en la frecuencia en la que mi campo electromagnético vibra, emanando y recibiendo posibles realidades diversas.

Muy resumidamente, podríamos decir que «todo es posible» en nuestra realidad, y depende, en un porcentaje muy elevado, de nosotros.

La parte que no depende de nosotros, ese guión sin desarrollar, con el que aterrizamos en esta vida, es susceptible de ser experimentado de una manera fluida y armoniosa, y desarrollarlo y contextualizarlo con nuestra mejor versión, nuestra dimensión más elevada posible, en función de nuestro nivel de desarrollo de la consciencia. Es lo que llamamos, nuestro inherente y libre albedrío.

Nuestro libre albedrío es un arca llena de todo el espectro de los colores que pueden aparecer en nuestro día a dia, desde el más oscuro hasta el más luminoso, con sus distintas variedades visibles. Desplegamos la realidad minuto a minuto, versionándonos en distintas dimensiones y todo ello, como consecuencia de cómo experimentamos la vida,, mediante la elección de nuestros pensamientos, emociones y actos.

La compasión y el amor son necesarios para materializar nuestra mejor versión

Cuando elegimos, de manera responsable, experimentar todos los ámbitos de la vida, sin excepción, a través de la compasión y del amor hacia nosotros mismos y hacia los demás, empezamos a transformar nuestra realidad, porque nuestra frecuencia se eleva y empezamos a obtener resultados en el exterior, en el mundo material; es entonces cuando obtenemos señales del Universo, como sincronicidades y la realidad que va apareciendo ante nuestros ojos, es más liviana y empieza a alinearse con los deseos más profundos del alma, necesarios para evolucionar.

Poco a poco, empezamos a interesarnos por seguir ese camino, el del alma, no el de nuestro personaje, porque ya somos conscientes, que son los deseos del alma los que nos llevarán a expandirnos y a manifestar la luz que somos, en el lugar y de la manera idóneos, para el desarrollo de nuestros talentos, al lado de almas que nos acompañen y a la vez nos guíen en este trabajo conjunto de despertar.

Certeza, intención y presencia

Para versionarnos a través de una frecuencia elevada, se requiere certeza en nuestra naturaleza divina, en sentirnos sostenidos por una mano invisible, por ese orden cósmico que anima y ordena todo lo que existe.

Hemos de desarrollar la intención; hemos de querer responsabilizarnos de nuestra expansión y de nuestra evolución y atender nuestra frecuencia, derivada de nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras y nuestros actos. Hemos de querer desarrollar el amor y la compasión; acompañarnos a nosotros mismos y a los demás con amor, sin exigencias despiadadas ni juicios intolerantes.

Desarrollar la honestidad con nosotros mismos, para poder atender nuestras limitaciones internas, nuestros miedos, nuestro rencor, nuestra frustración, nuestra culpa y nuestra tristeza, es necesario para transformar nuestra realidad y evolucionar.

Hemos de aprender a bajar nuestras barreras y a permitirnos ser vulnerables, para poder llegar a nuestro corazón y transmutar bloqueos y memorias atrapadas, para poder corregir nuestro campo energético y autocurarnos, considerando no sólo nuestro cuerpo físico, sino también nuestro cuerpo energético, emocional, mental y espiritual.

La presencia es un requisito para redirigir la mente y armonizarla, sentir el cuerpo físico y desarrollar la percepción y la intución.

Si deseas expandir la certeza, la intención y la presencia, para crecer en todos los ámbitos y conocer como podemos redirigir nuestras elecciones internas para acceder a una nueva dimensión del Ser que somos, puedes ponerte en contacto conmigo, para una sesión individual, o para realizar cualquiera de mis cursos y talleres.

Atrévete a ser feliz