La expresión «luz de gas» evoca una sensación de engaño y manipulación emocional. Se refiere a situaciones en las que alguien intenta hacer que otra persona dude de su propia percepción y realidad, como si estuvieran envueltos en una neblina de confusión. Es como si te hicieran creer algo que no es cierto o te manipularan para que actúes de cierta manera, socavando tu confianza en ti mismo. Es una sensación desorientadora y perturbadora, que puede dejarte sintiéndote perdido y vulnerable.
Bajo mi percepción, la mayoría de las personas viven bajo el sometimiento de una anestesiante luz de gas; su vida transcurre sin discernimiento, creyendo que no pueden cambiar nada de su situación actual y que las cosas son así, porque así han sido siempre.
Generadores de luz de gas
Infinidad de situaciones, de instituciones, de colectivos profesionales, de cultos y dogmas, de modas, de hábitos y costumbres sociales, emanan luz de gas; sin embargo, son vislumbrados por la mayoría de personas como la verdadera luz; la luz que les dirige y lleva por el único camino que conocen.
Ese único camino al que son dirigidos por la pseudo luz, al ser siempre el mismo, les resulta familiar y conocido y eso les genera seguridad y tranquilidad; se podría decir que sobreviven en su zona de confort; pero en realidad, la base de todo ello es un fraude, una manipulación.
Esa pseudo luz, se encarga de manipular a las personas e intentar apagar su verdadera luz; la luz del espíritu, que nos ilumina para discernir, para elegir de manera consciente, en cualquier ámbito de nuestra vida.
Es un asalto a la energía personal, a lo que somos en esencia. Ese agravio, supone un veto al desarrollo de los dones espirituales, al desarrollo de la percepción y de la intuición y un sesgo a los canales de comunicación con lo sutil y lo espiritual.
Un tupido velo
Supone la confección de un velo tupido, encargado de ocultar otras dimensiones y otras realidades, invisibles a los ojos de los dormidos por la luz de gas.
Todo ello tiene una repercusión en el plano físico y material; revierte en la salud física y mental; revierte en las relaciones y en la expansión de todas las facetas de la vida.
Revierte en las creencias y en la percepción de las propias posibilidades y capacidades. Transforma a las personas en seres desconectados de la verdadera luz que son.
Esa manipulación, está extendida en todos los ámbitos a nivel mundial; basta un chasquido de dedos para someter a toda la población, bajo las mismas condiciones limitantes, con efectos físicos, emocionales y mentales.
Todo ello va más allá de lo que la mayoría es capaz de vislumbrar. Los efectos impregnan el inconsciente colectivo, de más creencias limitantes, de miedos y de frustración.
Una persona desprovista de sus dones, manipulada mental y emocionalmente, es el mejor repetidor para una potente luz de gas. De manera que desde la misma unidad familiar, se transmiten los efectos de la pseudo luz, de padres a hijos, de forma interminable.
Guerreros de la Luz
Paralelamente a ese panorama, a esa dimensión, existe otra dimensión en la que habitan los seres que han elegido cuestionar esa realidad y han optado por trascender ese sometimiento, mediante la voluntad de superarse personal y espiritualmente.
Las dimensiones a las que me refiero, no son lugares, son estados de consciencia.
Son todas esas personas abiertas a lo nuevo, comprometidas con la manifestación de la propia luz, la que no merma la luz del otro.
A los ojos de los dormidos, pueden parecer osados, irreverentes, locos e incluso irresponsables, pero esas sensaciones son producidas por la misma luz de gas a la que están sometidos, y no les permite ver las nuevas dimensiones habitadas por guerreros de la luz, abriendo nuevos caminos de expansión, de amor y consciencia.
Conozco a guerreros de la luz totalmente comprometidos con la Luz que son, manifestándola en su ámbito personal, familiar, social y profesional.
A través de su propia experiencia vital, están sosteniendo y alimentando una red de alumbrado de amor, de expansión, de sabiduría, y de conocimiento, que está ayudando a despertar las conciencias dormidas, Su forma de vida y de ser, evoca y aviva la luz de sus familiares, de sus amigos, de sus clientes y de sus pacientes. Pero no lo hacen a través de cultos, de dogmas o de manipulación alguna, si no a través de ser ellos mismos, a través de la manifestación de su propia luz.
Y tú ¿en qué dimensión eliges vivir?
Si deseas profundizar en toda esta información, si te apasiona el despertar de consciencia y estás interesad@ en descubrir tus propios códigos, puedo guiarte en parte de tu camino de despertar, mediante mis sesiones semanales de autocuración, mis cursos o talleres o mis sesiones individuales personalizadas.
Contacta conmigo para concertar tu cita.
Atrévete a ser feliz.