La afirmación «la suerte no existe ni las casualidades tampoco» se basa en la visión de la experiencia humana, donde todo lo que ocurre tiene una causa o una razón, y nada es meramente producto del azar; cada evento es consecuencia de otros eventos o decisiones previas, y donde lo que parece ser «casualidad» es, simplemente, el resultado de variables que no estamos observando o comprendiendo completamente.
Desde este punto de vista, lo que llamamos «suerte» puede explicarse como el encuentro de una persona con una oportunidad en el momento adecuado, lo que generalmente es resultado de decisiones, esfuerzos o incluso del contexto en el que vive. Del mismo modo, una «casualidad» podría interpretarse como una coincidencia entre factores y eventos que, aunque no vemos cómo se conectan, podrían tener una relación lógica o causal.
Sin embargo, otros puntos de vista sugieren que el azar o la incertidumbre sí tienen un papel en la vida, ya que no todo está bajo nuestro control ni es completamente predecible. La ciencia, especialmente en campos como la física cuántica, ha explorado la idea de que a niveles fundamentales existen eventos que son esencialmente impredecibles o aleatorios.
¿Tú qué opinas?
Las señales del Universo
Estar abierto a los mensajes del universo implica tener una actitud receptiva y consciente hacia las señales, sincronicidades y coincidencias que parecen surgir en nuestra vida cotidiana. Esta apertura requiere prestar atención, no solo a lo que sucede a nuestro alrededor, sino también a lo que sentimos y percibimos internamente.
Los mensajes del universo pueden manifestarse a través de situaciones inesperadas, encuentros con personas, palabras que escuchamos repetidamente o incluso intuiciones fuertes. Al estar en sintonía con estos momentos, es posible encontrar guía, inspiración o una nueva perspectiva que ayuda a tomar decisiones o ver la vida con mayor claridad.
Estar abierto a estos mensajes no significa buscar significado en absolutamente todo, sino más bien estar atento a aquello que resuena profundamente con nosotros, que nos aporta un sentido de claridad o que nos empuja a reflexionar sobre nuestro camino. En ese sentido, esta actitud se convierte en una práctica de autoconocimiento y conexión con el entorno; el resultado de esa atención, produce efectos, resultados, que desde una perspectiva más inconsciente, puede catalogarse de «suerte»
¿Qué piensas de esta idea? ¿Has tenido experiencias en las que sentiste que el universo te enviaba algún tipo de mensaje?
La certeza en nuestra voz interior
Tener certeza en nuestra voz interior es un acto de confianza profunda en nuestra propia intuición y sabiduría interna. Esa voz, a menudo sutil pero persistente, surge de un lugar de autenticidad y conexión con lo que realmente somos y sentimos. Escucharla y actuar conforme a ella, implica dejar de lado las dudas, las opiniones ajenas o los miedos que puedan distraernos, y en su lugar, confiar en nuestro propio juicio y percepción.
La certeza en nuestra voz interior no es algo que se dé automáticamente; requiere práctica y tiempo. A veces, puede que ni siquiera entendamos con claridad lo que esa voz intenta decirnos, o incluso que la ignoremos por la presión de las circunstancias externas. Sin embargo, cuanto más aprendemos a escucharnos y a discernir esa intuición de los pensamientos fugaces, más fuerte y clara se vuelve.
Confiar en nuestra voz interior es fundamental para tomar decisiones alineadas con nuestros valores y deseos verdaderos, lo cual nos ayuda a vivir de manera más auténtica y plena. Es como desarrollar un lazo de confianza con uno mismo, una guía interna que, si la cultivamos, nos ayuda a encontrar paz y dirección en medio de la incertidumbre.
¿Tienes prácticas que te ayuden a conectar con tu voz interior?
Si estás interesado en desarrollar tu crecimiento personal, en iniciarte en la autocuración y en el desarrollo de tus dones, puedes ponerte en contacto conmigo para una sesión individual o realizar cualquiera de mis cursos y talleres.
Atrévete a ser feliz